domingo, 20 de septiembre de 2009
Cosas que pasan en el Expreso (I)
Dos estudiantes que no se conocían, coincidieron en el mismo compartimento de coche-cama de el Expreso. Después de lo embarazoso de la situación inicial, ambos se acostaron, el hombre en la litera superior y ella en la inferior. A medianoche, el hombre se inclina al lateral de la litera, despierta a la mujer y le dice:
- Siento molestarla, pero tengo un frío tremendo. ¿podría Ud.. alcanzarme otra manta?
La mujer se asoma también al lateral de la litera y con un guiño de ojo le dice:
- Tengo una idea mejor, tan sólo por esta noche supongamos que estamos casados.
El hombre, encantado, dice:
- ¡De acuerdo, fenomenal!
Entonces la mujer le dice:
- ¡Cógela tú mismo, gilipollas!…
Manual de supervivencia para un mundo sin HarryLatino
Imagínate la situación: Un día por la mañana te despiertas en tu camita y descubres que el mundo ha sufrido un holocausto nuclear y todo lo que no es tu casa está destruido. La humanidad, por qué no decirlo, también. ¿Hay algo peor que eso? Evidentemente sí. Podrías despertarte un día en tu camita y, al encender el ordenador, descubrir que HL no está. Escribes la dirección de la página y no aparece nada salvo un mensaje de error. Es algo tan cruel que no entiendo por qué la gente de Hollywood todavía no ha hecho ninguna peli de terror sobre ello.
Pero imaginémonos que eso algún día ocurre. ¿Cómo reaccionaría el usuario medio? Bien, gracias a una investigación que llevé a cabo hace un par de meses en un laboratorio de Wisconsin es posible saberlo. No me den las gracias. Todo lo hago por el espíritu científico que me lleva a andar el sendero de la sabiduria de la realidad. No lo hago por ustedes. Por ustedes no haría nada. Nunca.
He aquí el resultado de mi experimento. Si consiguen ponerse en contacto con algunos de los 250 voluntarios que recluté para el experimento, probablemente no les digan nada. Fue demasiado traumático para ellos.
Día 1. Rechazo: El primer día, al levantarte, ves que HL está caído. No te preocupa en demasiá. Supones que será algo temporal y vas haciendo tus tareas muggles por internet. Eso sí, cada hora vuelves a entrar para ver si ya se solucionó el problema. Entras “por si acaso”, como quién dice. Según el día va pasando dejas pasar menos tiempo entre comprobación y comprobación. Te acuestas pensando que ha sido “un mal día” y que, cómo tal, “un mal día lo puede tener cualquiera”.
Día 2. Del final del rechazo al principio de la rabia: Te levantas. HarryLatino sigue sin estar disponible. Sigues haciendo las tareas muggles que te faltan (pocas ya, a estas alturas) mientras compruebas cada 5 minutos que la página sigue caída. Según va pasando el día, se te acaban las tareas y empiezas a estar aburrido. Lo único que haces en internet es darle al botón actualizar. Te acuestas temprano. Estás mosca y no quieres ver nada.
Día 3. Rabia: Te levantas esperanzado. “Seguro que a Vito en dos días le ha dado tiempo a solucionarlo” piensas feliz e inconsciente mientras enciendes el ordenador. La página sigue sin ir. Y no tienes nada mejor que hacer. Te cabreas. Mucho. Escribes una carta airada a Vito insultándole que, por supuesto, no publicarás jamás y la guardas en tu ordenador bajo el críptico nombre de “Carta airada a Vito insultándole”. Una vez que has terminado, te marchas a la calle. No vuelves hasta la noche. No descarto que participes en alguna pelea sólo “por soltar testosterona”. O peor aún, que veas la tele por la tarde.
Día 4. Miedo: Te levantas. Casi no has dormido. Al contrario, has estado pensando que con la violencia no vas a solucionar nada. Ahora por la mañana, con la mente más clara, enciendes el ordenador esperando que lo inevitable no ocurra. Evidentemente, HL sigue caído. Cuatro días son muchos días para una simple avería. Tu cabeza se empieza a llenar de malos pensamientos. “¿Y si Vito ha decidido cerrar la página para siempre? Y si HL ya no existe, ¿qué será de mi vida?” Te metes en tu habitación y te echas en la cama. Lloras. Al final te quedas dormido.
Día 5. Más miedo: El trauma del día anterior fue tan grande que sigues todo el día en tu cuarto. No te cambias de ropa, no te duchas y si comes es porque el otro habitante de tu hogar se empeña en ello. Pero en cuanto terminas corres a tu cuarto y te vuelves a acostar. Sorprendentemente, por la noche duermes como un bendito.
Día 6. Negociación y leve visita de la Rabia: Te levantas. Pones HL. ¿Adivinas qué? Sigue sin ir. Ya de perdidos al río. Te pasas el día entero haciendo proposiciones a la pantalla del ordenador. “Mira, si me dejas ver HL, te limpio, ¿vale? Y no lo haré con agüita y con jabón, no. Saldré a comprar un limpiador de monitores”. Según va pasando el día, la negociación toma vías más violentas. “¡Cagonlaleche! O me dejas ver la página o te desinstalo el software y te meto un virus que se va a cagá la perrilla, ¿estamos?”
Día 7. Aceptación: Después de despertarte, enciendes el ordenador. Has perdido la esperanza pero, aún así, visitas la página web. Sigue sin mostrar nada. Comprendes que probablemente no volverá (o si vuelve, lo hará dentro de mucho tiempo). Con pesadumbre, quitas la página de Favoritos. Te vas a ver capítulos atrasados de Perdidos o de cualquier otra serie. O a seguir con tu vida. HL quedará como un recuerdo, como una etapa pasada de tu vida. Pero sólo eso y nada más.
Y eso serían los 7 primeros días sin HL. Sé que es duro pero completamente cierto. Al octavo día probablemente andes mirando blogs sobre tecnología cuando te fijes en el nick de uno de tus contactos del messenger, que pondrá algo parecido a “HL vuelve a estar disponible! :wiiiii:”. Volverás a meterte en la página web, verás que ya está disponible y volverás a caer en HL. Caerás en sus garras hasta la próxima vez que la vida quiera que vuelvas a pasar por esta semana de calvario… Y no podrás escapar.
Ginny Weasley y los cromos
Teorías locamente coherentes
Bueno, pues como llevamos tanto tiempo esperando, nuestra mente empieza a desvariar, creemos que a nuestro lado está sentado Harry Potter, y más de uno ha tratado de clavarle un boli en el ojo (Recordad... lleva gafas, no lo vais a conseguir).
Así que apartad al Colacuerno Húngaro de la pantalla y pensad ¿Porqué no ha llegado el tren aun? Seguro que tenéis una respuesta elaborada, fantástica y probablemente falsa que os gustaría compartir con todos.
La respuesta más original, coherente y que nos guste más (nadie dijo que esto era una democracia XD) su autor podrá publicar aquí una entrada de lo que le apetezca, salvo si es sobre traducciones del Latín, que ponen a Lechu de mal humor o sobre aceitunas, que nos da a todos hambre.
Ánimo, a ver quien piensa la mejor!
Bienvenidos
- ¿Por qué nos comemos la cabeza creando esto?
- ¿Qué vamos a encontrar aquí?
- ¿Puedo escribir en el blog?
- ¿Cuánto le queda de vida al blog?
Su vida está en manos del conductor del expreso de Hogwarts,cuanto mas tarde,mas vida tendrá se blog...(ojalá y se muera ya...)
Esperamos que os guste este blog y que al menos sepáis apreciar que es un trabajo altruista,sin animo de lucro ni de nada,solamente porque nos aburrimos y entendemos a la gente que se aburre porque no llega el tren a su destino.